El libro que muy pronto tendras en tus manos recoge un proceso de captura fotográfica único y realmente especial. Recupera uno de los primeros trabajos de recopilación consciente del graffiti en España y pone en valor a uno de los fotógrafos pioneros y outsiders de esta disciplina en la península: Tacho Martínez.
La génesis de la obra fotográfica de Tacho se remonta a principios de los noventa y fue expuesta parcialmente al público en formato exposición durante el periodo 1995 y 1997, en un contexto muy poco amable para este tipo de fotografía. Los registros fotográficos que nos presenta son frescos, inocentes y sin retoques. Se capturaron con su Nikon FM2 y se condensaron en numerosos carretes de color desde que empezó en serio en 1992, en Barcelona. Toma a toma, Tacho fue fascinándose más y más por el valor creativo y cultural del graffiti y decidió emprender un proyecto personal con carácter etnográfico que lo llevó a recorrer todas las provincias españolas en busca de graffiti.
Las más de 550 fotografías que Tacho rescata para la comunidad proceden de ciudades como: Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Sevilla, Zaragoza, Teruel, Gijón, Oviedo, Santander, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Toledo, Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid, Zamora, Girona, Lleida, Alicante, Elche, Castellón, Valencia, Cáceres, Mérida, Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Murcia, Cartagena, Pamplona Bilbao, San Sebastián y Vitoria, entre otras. En Itinerarios por el Old School Graffiti en España presentamos todo este archivo junto al diario de viaje de Tacho y algunas entrevistas a escritores que tomaron contacto con él.
El objetivo final de esta publicación es recuperar algunos de los eslabones perdidos del graffiti de la vieja escuela para poner en valor algunas escenas que hasta la fecha no han sido documentadas.
Un abrazo. Tacho y Jaume.
CADIZ. Mi primera impresión al llegar a Cádiz fue la de una ciudad bulliciosa donde el ruido era una constante, desde sirenas de fabricas y astilleros a aparatos de radio o gaditanos cantando en la calle o el interior de casas. Difícil describir su urbanismo, nunca antes había estado una ciudad tan atípica, con el mar abrazándola por los cuatro puntos cardinales.
CÓRDOBA. A Córdoba el arte urbano llegó de la mano de viajeros que habían visitado ciudades al otro lado del Atlántico a través de fotografías y fanzines, por ello, su estilo era mas realista y con dibujos. Había otras ciudades o pueblos como Villa del Río, Lucena y Palma del Río donde había un buen nivel. He de hacer mención a algunos de sus precursores: Ti-musa, Otes y Zipo.
GRANADA La escena granadina estaba bien viva, aun con todo tipo de inconvenientes sobrevenidos por causas externas, guiada principalmente por escritores como Sex 69 y Calagad 13 que, junto a otros amigos, editaban desde
1994 el fanzine Down by Law...
MÁLAGA Málaga, en esos años, gozaba de un ambiente excepcional: se respiraba Hip Hop en sus distintas variantes (baile, música, graffiti...), se organizaban concurridas jams y publicaban varios fanzines, entre ellos el TCB del colectivo Nazión Sur. Dentro de este colectivo estaba la rama de escritores con el nombre de TCB, cuyos componentes eran Ray K, ASB, Sicario, MS1, Anuk, Elfo y Look con quien tuve la suerte de conversar y conocer su pasión por el graffiti, y del que buena parte de su obra fotografié en su grata compañía.
SEVILLA Fue un viaje largo en autobús por la Ruta la Plata, desde Benavente a Sevi- lla. Después de once horas de viaje, necesitaba tomar tierra y buscar hotel donde dejar el equipaje. Sería el hotel Madrid de la c/ San Pedro Mártir, próximo a la estación de autobuses de Plaza de Armas.
TERUEL Bien es cierto que, después de recorrer varias calles sin ver ni rastro de firmas o tags, deduje que debía irme sin llevar una sola fotografía de graffiti, pero no, la suerte quiso que pasase por el parque de los Fueros.
ASTURIAS
GIJON Del Principado de Asturias destacaba por su relevancia Gijón, una ciudad industrial en declive por la reconversión industrial y la crisis minera.
OVIEDO De Gijón me dirigí a Oviedo en tren, donde a la entrada de la es- tación del Norte observé algunas piezas en los muros de las naves tras la c/ Calderón de la Barca, piezas sencillas pero numerosas...
El Fin de Año me recibió en Albacete, no sin cierta sorpresa ante la proliferación de firmas. Era como si la ciudad hubiese sido tomada por los escritores con sus tags puestos por cualquier pared, muro, señal, fuente, puente. Toda superficie donde poder dejar su seña de identidad había sido dejada...
GIRONA Caminar por las calles de Girona observando cada rincón de sus muros o del mobiliario urbano vi que se resistía a dejarse influenciar por un movimiento ya muy asentado en la vecina Barcelona, tal vez fuese por ser una urbe mas pequeña donde la gente se conocía y existía cierto temor a transgredir la forma de cultura convencional...
ELCHE Con un nivel aceptable se encontraba la ciudad de Elche, con dos escenarios principales: primero, el cauce del río Vinalopó, bajo el puente de ferrocarril, IES Menéndez Pelayo...
PONTEVEDRA Abandoné A Coruña camino de Pontevedra, previa visita a Santiago de Compostela, que me quedaba en la ruta. Como no encontré ni firmas ni graffiti, continué viaje a Pontevedra. En mi primer contacto al entrar en la ciudad por el puente La Barca, bajo la N-550, divisé alguna pieza y me detuve a fotografiarla...
CARTAGENA De Murcia me dirigí a Cartagena, donde localicé algunos escenarios en los barrios de San Antón y Ciudad Jardín; avda. Reina Victoria Eugenia, c/ Marango y c/ Picos de Urbión...
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